No todas las instalaciones presentan una presión de gas idéntica, y estas variaciones se trasmiten a la presión del gas que llega a la rampa del quemador, es por ello que una misma caldera dependiendo de la presión con la que entra el gas a la instalación responderá de una manera u otra.
Con altas presiones nos encontraremos además de una combustión incorrecta un aumente del consumo así como un funcionamiento sobrepasado de para lo que está diseñada provocando sobretemperaturas y daños en las sondas.
Con presiones bajas además de una combustión incorrecta podremos tener problemas de encendió o bloqueos por falta de gas cuando la caldera entra en régimen.
Por todo ello recomendamos el ajuste de las presione s de la válvula de gas en cuanto se detecte una combustión incorrecta o se detecte alguno de los síntomas indicados. También es combeniente controlar estas presiones cuando se cambie el regulador de abonado o se manipule la instalación de gas.
Estas operaciones las realizamos en las revisiones de la caldera dentro de las coberturas de un buen mantenimiento.